Antecámara del Rey

Ubicada junto a la llamada Escalera del Rey, esta sala era el último espacio de los apartamentos del Rey al que podían acceder los cortesanos de su círculo íntimo, y donde permanecían los ujieres y guardias que custodiaban el aposento de Su Majestad. Las paredes enteladas de rojo carmesí hacen juego con la alfombra inglesa adquirida por el rey Alfonso I cuando remodeló sus apartamentos en 1931. El mobiliario, al igual que el de otras estancias de la residencia real, es parte de un gran lote obsequiado por el emperador Napoleón III de Francia tras los terremotos de 1868, enviados para reemplazar aquellos que se hubieran dañado en los desastres.