Sala de los Caballeros

Ubicada a continuación de los aposentos privados del Rey, esta sala estaba destinada para el descanso y diversión de sus amigos más cercanos, quienes solían esperar aquí a que saliera de su recámara. A diferencia de las Damas de Honor de la Reina consorte, los llamados extraoficialmente caballeros del Rey no estaban contemplados como parte de su Casa ni tenían lugar en las ceremonias, simplemente estaban allí para acompañarle cuando así se les solicitaba, y generalmente su asistencia a Palacio disminuía a medida que Su Majestad envejecía. Durante el reinado de Antonio II, además, esta estancia era el lugar de encuentro con sus docenas de amantes.