La Escalera de Honor es quizá uno de los espacios más reconocibles del Palacio Real de Alameda, pues aparece a menudo en los medios de comunicación debido a que es el camino que todos los invitados deben seguir para acceder a los salones de protocolo de la planta noble, en el segundo piso. Está precedida por un sencillo y elegante espacio a modo de segundo vestíbulo, desde el que parte la larga escalera recta de tres tramos, flanqueada por paneles de brillante mármol rosa nacional y desde la que se aprecian el elaborado cielo raso y los arcos del nivel más alto, con sobrerelieves dorados y flores de lis, símbolo de las casas de Orleans y Borbón.

Desde este espacio y por las puertas ubicadas a los costados de la escalera, además, se tiene acceso a los apartamentos familiares de la sección posterior del edificio, en donde varios juegos de aposentos y salas estaban destinados a los príncipes y princesas ecuatorianos, así como a los invitados que los Reyes recibían en Palacio, generalmente miembros de otras familias reales americanas, europeas y asiáticas.